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MACHETE

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¿Qué onda mis mexi-can’t? ¿Cómo andan? Yo de lujo aquí con una recomendación de cine de esas que tanto nos gustan.

Pues pasemos directo al grano. Machete es la nueva película de Robert Rodriguez. Acabadita de estrenar el 3 de Septiembre pasado en E.U. y aquí en México según los de Cinépolis (de Iguala) se estrenará el 12 de Noviembre.

Yo por mi parte ya ví la peli al no aguantar las ganas, un amigo la bajó en calidad R5 (esto es, calidad dvd región 5, o sease de Rusia) y la vimos aquí en mi casa en FullHD. El poder de Internet no tiene límites ni peros que le impidan brindarnos practicamente cualquier cosa.  Pero bueno…

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La película trata sobre un policia federal que trata de resolver un conflicto de drogas en su propia comandancia pero que es traicionado y dado por muerto por los mismos jefes del depto. de policia. Acto seguido es contratado por unos mafiosos para matar al senador que está a favor de sacar a patadas a todos los inmigrantes del Estado de Arizona. Pero es traicionado nuevamente y ahora cazado para asegurarse de que en verdad esté muerto.

Lo que no saben los mafiosos es que al mexicano que contrataron era nada mas y nada menos que MACHETE, el mismo policia que fue traicionado por los capos de la mafia anteriormente y que ahora nuevamente vuelven a tracionar obligándolo a tomar venganza con ayuda de renegados y revolucionarios a favor de los inmigrantes.

La película es buena como todas las pelis  de Rodriguez. Está plagada de gore, chistes y parafernalia digna de todas las pelis de Serie B pero con mucho presupuesto como siempre ha sido el estilo de Robert. Así como también de homenajes a sus propias pelis, en especial la de Desperado (o Pistolero como la conocimos aquí en México) como esa en la que MACHETE está acostado en la cama junto con la agente Sartana Rivera (Jessica Alba) y ella se pone melosa mientras él escucha que alguien se acerca para matarlos.

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Película controversial por el hecho de tocar el tema de la Ley SB1070 o Ley Arizona en la que quieren cazar como animales a los inmigrantes indocumentados o de aspecto ídem por atentar supuestamente contra la seguridad nacional de E.U. O sease, una ley racista contra los mexicanos. Y que el director plasma de manera magistral a lo largo de toda la película, haciéndonos identificar con el nuevo heroe de los inmigrantes: MACHETE y su vendetta en contra de estos gobiernos xenofóbicos.

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Interpretada a sus 66 años por Danny Trejo en su primer papel protagónico después de ser actor secundario en casi 200 películas (y por supuesto, ser actor esencial en las filmografia de Rodriguez) MACHETE también cuenta con la participación de un gran reparto (como es costumbre de Rodriguez también) en el que se dan cita nombres como: Michelle Rodriguez, Jessica Alba, Robert de Niro, Steven Seagal, Lindsey Lohan, Jeff Fahey, Tom Savini, Shea Whigham, Cheech Marin y Don Johnson entre otros, que le dan vida a esta historia sobre el nuevo súper heroe mexicano que defenderá a los inmigrantes contra la absurda Ley Arizona… MACHETE.

trailer oficial de MACHETE.

https://i0.wp.com/www.bazucamagazine.com/images/Machete-poster.jpgden click aquí para ir a la página oficial

La única crítica que yo le hago es que le faltaron más peleas espectaculares como por ejemplo, que hayan quitado escenas que venian en los trailers y que se veían chidas, pero de ahí para allá la peli está excelente. Sigue todos los cánones de la serie B que tanto le gusta al director (gore, viejas sabrosas, desnudos, chistes ácidos y como siempre, lo que no puede faltar en ninguna peli serie B: Un mensaje moral, y en este caso en contra del racismo. Pero esperemos que en la versión en DVD venga con todos los extras que promete y escenas extendidas para hacerle verdera justicia a nuestro nuevo súper heroe

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Bueno pues raza, les recomiendo ampliamente que vean esta peli, tanto si la bajan como yo que ya no aguantaba las ganas, como en el cine para que así podamos disfrutar pronto de MACHETE KILLS y MACHETE KILLS AGAIN (que esperemos que en alguna venga a México y mate a Felipe Calderon y a toda la serie de políticos corruptos, Chuchos y Príistas)

Sale pues raza, no me queda mas que decirles que vean MACHETE y promover el cine serie B que es en donde más ideas originales hay siempre

Sale pues, nos vemos pronto raza.

¡Ateo!

intro de la peli hecho por la banda Chingón y y John Debney.

Les dejo una entrevista de un blog fan de Robert Rodriguez: La teta enroscada.


En primer lugar Danny Trejo habló de Robert Rodriguez y de su experiencia como protagonista:

«Robert ha estado entrenándome para esta película desde que hicimos Desperado. Me ha estado informando sobre el personaje de Machete desde entonces, y todo lo que hemos hecho juntos anticipaba esta película. Yo lo llamo Entrenamiento Rodriguez. Parece que me ha ido haciendo al personaje por ósmosis, y ahora, por fin, consigo ser Machete. De hecho, en cualquier película de Robert en la que estoy, me llamo como algún tipo de objeto afilado»

«Estoy acostumbrado a presentarme en el plató, hacer lo que hay que hacer y, después, marcharme. Para Machete, estuve en el plató casi cada día, y como nunca he sido el protagonista, simplemente hacía todo lo que podía para ayudar a que la producción de la película siguiera para adelante. Fue duro, pero, ahora, ser el protagonista significaba que tenía que besar a Jessica Alba y a un montón de señoritas más, así que eso estaba bien»

Después fue el turno de Robert Rodriguez, que habló de su ecléctico reparto, del cine de explotación, del tema central de la película y de versión extendida que saldrá en dvd:

«Para Machete, los actores necesitaban ser eclécticos para poder hacer honor a la historia. Cuando se ven todos los nombres al principio, uno se pregunta cómo es posible que toda esa gente pueda trabajar junta en una película. Pero, cuando se ve la película, se ve cómo cada uno está perfectamente elegido, y que no eran sólo nombres por tener nombres»

«La verdad es que Danny atrajo a muchos de los actores. Ha participado en más de 200 películas y ya ha trabajado con casi todos los de Machete, así que mucha de la gente estaba contenta de ser parte de la película, sólo para ayudar a Danny en el papel principal. Como director, me encanta dar la oportunidad a la gente de interpretar un papel que no interpretarían normalmente, y esto ya es la mitad que hace que Machete sea tan divertida de ver»

«A pesar de que hemos tenido problemas importantes, seguíamos queriendo hacer de esto una película para fans, loca y exagerada. La razón por la que acabamos haciendo esta película es por los fans, y ellos ayudaron a que este deseo se hiciera realidad. Mucha gente me preguntaba cuándo iba a hacer Machete antes de preguntarme sobre cualquier otra cosa, como Sin City 2. Así que tenemos que dejar claro que la dirigimos a los fans»

«Cada vez que se hace una película sobre explotación, se quiere tener un problema que explorar, y en el caso de Machete resultó ser la inmigración. Los últimos coletazos de la explotación supondrían problemas impactantes, y queríamos acercarnos a ellos de una forma bastante más diferente de como lo harían los estudios, pues éstos pueden moverse rápidamente y hacer ese tipo de películas más pronto, por lo que siempre hay cierto sentimiento de vanguardia en ellas. Quería captar ese espíritu en Machete»

«La reciente inmigración se ha convertido en un gran problema en Norteamérica, por lo que quería hacer algo que de verdad se adentrase en la corrupción que existe en el sistema, más allá de lo que se ve en las noticias. La gente siempre quiere debatir sobre inmigración, pero nunca quieren hablar de la corrupción que existe entre los gobiernos de Estados Unidos y México cuando están tratando ese problema. Por ello, los cineastas creamos este tipo de superhéroes, como Rambo, o incluso Machete. Necesitamos crear a ese tipo de personas para resolver los problemas que no pueden resolverse en la realidad»

«Hay bastantes cosas que no hemos tratado en la película, así que las escenas extra en el estreno doméstico de Machete van a ser una locura. Cuando se tienen actores como estos, uno sigue escribiendo y expandiendo sus papeles, y, desafortunadamente, bastante parte se tiene que quedar fuera de la película por ahora, o tendría que estrenar una de dos horas. Pero incluso se verán personajes en las escenas eliminadas que no se veían en la película, y hasta hay unas pocas personas que no murieron en la versión para los cines que mueren en la versión del director. Hay mucho que esperar, lo prometo»

«Supongo que, ya que dejamos el trabajo preliminar para las secuelas, tendremos que hacerlo ahora. Pero, si alguien merece una secuela, es Machete»


Compro, luego existo de Guadalupe Loaeza.

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¿Ké onda mi raza de bronce adorada?, ¿kómo andan? Yo de maravilla komo siempre, konociendo gente nueva y ajá.

Bueno, es ora de otra rekomendación literaria bastante chida, de esas ke hay ke leer para askIarse de la sociedad en la ke vivimos y tratar de kambiar (aunke sea en nosotros) algunos de los hábitos ke se nos muestran en las lecturas.

Compro, luego existo es un libro escrito allá por el lejano 1992 en el ke su autora, la escritora Guadalupe Loaeza, nos informa sobre kómo son las sociedad hiperconsumistas. Sí, esas ke tienen todo el dinero del mundo y no saben otra kosa mas ke gastar gastar y gastar no importando en ké y mucho menos si será útil la kompra.

Nos habla de los rikos y de los nuevos rikos y su visión (o ideología capitalista) en toda su máxima expresión. Ideología ke komo diría Lipovetsky, sólo hace al ser humano mas narcisista de lo ke ya lo es.

Veamos lo ke dice una página kon un resumen muy kompleto y direkto del libro:

Vinculada a la economía de mercado e inspirada “en los felices años veinte”, la sociedad de consumo se corresponde con una fase avanzada del capitalismo industrial que sitúa en la segunda revolución industrial y en la Comuna de París de finales del siglo XIX sus antecedentes más remotos afianzándose, en las primeras décadas del XX, con la expansión del taylorismo, el fordismo y las políticas keynesianas cuyo uso, liderado por Estados Unidos, se generalizó en el mundo capitalista de los años 50 y 60 dando lugar a la producción en masa y a un nuevo estilo de vida conocido como el modo de vida americano (Lipovetsky, 2002: 10) que pronto se difunde al resto del mundo y alcanza, concretamente en México, una notable dimensión, como refleja Guadalupe Loaeza en Compro, luego existo.

Este aumento masivo de la producción, que revela que es más fácil fabricar que vender, supone el paso de un primitivo capitalismo industrial (basado en la producción) al “neocapitalismo de consumo” (Carrasco, 2007: 3) que vincula la riqueza económica a la actividad comercial, con la consiguiente importancia que la publicidad adquiere en la conquista mercantil. El papel de la información y el consecuente efecto consumista que provoca se hacen presentes, en Compro, luego existo, a través de la cita literal de los anuncios publicitarios trascrita al lado de la mayor parte de los artículos mencionados en la obra, como refleja la escena de “Miami” donde Sofía sucumbe a la seducción de un slogan publicitario y opta por un rimel concreto, aunque éste no sea de su marca favorita, lo cual pone de manifiesto la magia de la publicidad y su relevancia en la sociedad de consumo:

Aunque no les tenía mucha confianza a los maquillajes norteamericanos más bien cheap, como ella pensaba que era Max Factor, había algo en su publicidad que la había conquistado: “¡Lo único que engordará son tus pestañas! Es hipoalergénico y está oftalmológicamente probado” (Loaeza, 1992: 43).

La crisis de los setenta y el fenómeno social de la moda precipitan la caída del fordismo. Ello, unido al deseo natural en el hombre de distinguirse de sus semejantes, lo cual es factible gracias a los avances de la tecnología y al creciente auge de las corrientes posmodernas, conduce al modelo de producción japonés del toyotismo que, definido, entre otros aspectos, por la fabricación de series limitadas, está más en consonancia con la demanda del mercado de la sociedad postindustrial de talante fragmentado y “prosumerista” (Carrasco, 2007: 2), fruto de la profusión de marcas de productos y variedades en constante renovación y de cuya elección únicamente el individuo es responsable:

Ante la plétora de modelos, el individuo se ve obligado a escoger permanentemente, a tomar iniciativas, a informarse, a criticar la calidad de los productos, a auscultarse y a ponerse a prueba, a mantenerse joven, a deliberar sobre los actos más simples: ¿qué coche comprar, qué película ver, dónde ir de vacaciones, qué libro leer, qué régimen, qué terapia seguir? (Lipovetsky, 2002: 109).

Frente al consumidor de masa pasivo, el prosumidor se presenta asociado a la acción, la creatividad, la responsabilidad y la independencia (Lipovetsky, 2002: 110).

A dicha diversificación del consumo se debe el hecho de que, en el departamento de zapatos del mall de “Miami”, Sofía, que ha fijado su atención en “unas sandalias italianas de tono cobrizo marca Ferragamo, unos zapatos de noche de Karl Lagerfeld, unos para caminar de Calvin Klein y unos mocasines, [opte finalmente por llevarse] el modelo de tenis Ralph Laurent color de rosa que le gustó” (Loaeza, 1992: 27). Tal diversidad permite también a Sofía pedirle a la vendedora del mostrador de Christian Dior que le muestre “los últimos colores de lipsticks, tanto nacarados como mate […], aunque se acababa de comprar toda la línea de belleza de La Prairie y parte de la de Chanel” (Loaeza, 1992: 27). Condicionado únicamente por la mediatización publicitaria, la tesitura a la que se enfrenta el consumidor a la hora de tener que elegir entre un número incontable de artículos constituye una manifestación del individualismo que caracteriza a la sociedad posmoderna que exacerba el consumismo:

Qué error haber pregonado precipitadamente el fin de la sociedad de consumo, cuando está claro que el proceso de personalización no cesa de ensanchar sus fronteras […]. Estamos destinados a consumir, aunque sea de manera distinta, cada vez más objetos e informaciones, deportes y viajes, formación, relaciones, música, cuidados médicos. Eso es la sociedad posmoderna; no el más allá del consumo sino su apoteosis, su extensión hasta la esfera privada (Lipovetsky, 2002: 10).

De este modo, mientras que en el período de formación de la sociedad de consumo imperaba una visión despersonalizada del sujeto concebido como masa, en esta segunda etapa asistimos a un proceso de personalización a partir de la cual el consumista pasa a ser hiperconsumista (Lipovetsky, 2006: 2).1

Los objetos dejan de tener un valor funcional y será la pérdida de su (valor) atractivo lo que los convierta en obsoletos, siendo el fenómeno social de la moda lo que determine su obsolescencia (Sapir, 1937: 140). Este cambio de valores, característico del capitalismo, conduce a una visión saussureana de los objetos en virtud de la cual el consumo no descansa en la utilidad de los productos sino en lo que éstos representan (Featherstone, 1982: 57).2 Por eso, en el capítulo titulado “Miami”, “cada vez que Sofía [extiende] su Gold Card American Express […] constata que [es] rica pues en esta tarjeta radica precisamente la diferencia entre querer y poder” (Loaeza, 1992: 21).

La saturación de imágenes en la sociedad de consumo que asocia los bienes con lo exótico y lo bello, lo cual es, como apunta Baudrillard, sinónimo de vivir en una alucinación estética de la realidad (Baudrillard, 1975: 148), borra las fronteras entre lo imaginario y lo real al hacer que el valor utilitario de los objetos resulte imperceptible. Esto conduce, en opinión de Kroker, a una nostalgia de lo real: a una fascinación y búsqueda desesperada de la gente, los valores y el sexo verdaderos (Featherstone, 1987: 68) derivada de la pérdida de lo real y lo social que hace que, a pesar de que para Sofía “la frase ‘May I help you’ [en boca de un dependiente sea], en ‘Miami’, como un verdadero canto de sirena” (Loaeza, 1992: 19), y que, en el interior de un almacén, ésta pierd[a] la noción del tiempo, que deja de transcurri[r, y] se olvid[e] por completo de la realidad sintiendo más la necesidad de dejarse llevar por sus fantasías [a medida que lo] recorre” (Loaeza, 1992: 26), Sofía piense que, pese a las carencias del mercado mexicano, en México está lo que la llena y necesita para vivir:

Por más shock cultural que Sofía acostumbraba tener al regreso de sus viajes, siempre terminaba por decirse: “Ay, no, la verdad es que como Mexiquito no hay dos. Entre más viajo, más aprecio mi casita en Las Lomas, a mis maids, y la calidez del pueblo mexicano. Yo jamás podría vivir ni en París ni en Nueva York. Allí hay que ir a pasearse y a hacer el shopping, pero nada más” (Loaeza, 1992: 62).

Si kieren leer mas sobre esto, métanse akí para chekar todo el atrktulo kompleto ñ_ñ.

Guadalupe Loaeza

Sale pues raza, nos vemos y espero les guste este libro. Yo lo disfruté bastante, sólo kon el simple título ya me dice praktikamente todo y pues bueno. Una última kosa ke kisiera komentar sobre este libro es ke, si bien es cierto ke la eskritora kritika esto del consumismo, se me hace kurioso ke los kritike desde dentro de su sisstema…y ke los rikos (ke supongo eran sus amigos) no se inmutaran para nada…al fin rikos pues XD. Muy buena acción de parte de la escritora, es algo ke me hace admirarla aun más, meterse al sistema y kritikarlo desde dentro 😉

Ora si, nos vemos luego.

Ateo!

Vinculada a la economía de mercado e inspirada “en los felices años veinte”, la sociedad de consumo se corresponde con una fase avanzada del capitalismo industrial que sitúa en la segunda revolución industrial y en la Comuna de París de finales del siglo XIX sus antecedentes más remotos afianzándose, en las primeras décadas del XX, con la expansión del taylorismo, el fordismo y las políticas keynesianas cuyo uso, liderado por Estados Unidos, se generalizó en el mundo capitalista de los años 50 y 60 dando lugar a la producción en masa y a un nuevo estilo de vida conocido como el modo de vida americano (Lipovetsky, 2002: 10) que pronto se difunde al resto del mundo y alcanza, concretamente en México, una notable dimensión, como refleja Guadalupe Loaeza en Compro, luego existo.

Este aumento masivo de la producción, que revela que es más fácil fabricar que vender, supone el paso de un primitivo capitalismo industrial (basado en la producción) al “neocapitalismo de consumo” (Carrasco, 2007: 3) que vincula la riqueza económica a la actividad comercial, con la consiguiente importancia que la publicidad adquiere en la conquista mercantil. El papel de la información y el consecuente efecto consumista que provoca se hacen presentes, en Compro, luego existo, a través de la cita literal de los anuncios publicitarios trascrita al lado de la mayor parte de los artículos mencionados en la obra, como refleja la escena de “Miami” donde Sofía sucumbe a la seducción de un slogan publicitario y opta por un rimel concreto, aunque éste no sea de su marca favorita, lo cual pone de manifiesto la magia de la publicidad y su relevancia en la sociedad de consumo:

Aunque no les tenía mucha confianza a los maquillajes norteamericanos más bien cheap, como ella pensaba que era Max Factor, había algo en su publicidad que la había conquistado: “¡Lo único que engordará son tus pestañas! Es hipoalergénico y está oftalmológicamente probado” (Loaeza, 1992: 43).

La crisis de los setenta y el fenómeno social de la moda precipitan la caída del fordismo. Ello, unido al deseo natural en el hombre de distinguirse de sus semejantes, lo cual es factible gracias a los avances de la tecnología y al creciente auge de las corrientes posmodernas, conduce al modelo de producción japonés del toyotismo que, definido, entre otros aspectos, por la fabricación de series limitadas, está más en consonancia con la demanda del mercado de la sociedad postindustrial de talante fragmentado y “prosumerista” (Carrasco, 2007: 2), fruto de la profusión de marcas de productos y variedades en constante renovación y de cuya elección únicamente el individuo es responsable:

Ante la plétora de modelos, el individuo se ve obligado a escoger permanentemente, a tomar iniciativas, a informarse, a criticar la calidad de los productos, a auscultarse y a ponerse a prueba, a mantenerse joven, a deliberar sobre los actos más simples: ¿qué coche comprar, qué película ver, dónde ir de vacaciones, qué libro leer, qué régimen, qué terapia seguir? (Lipovetsky, 2002: 109).

Frente al consumidor de masa pasivo, el prosumidor se presenta asociado a la acción, la creatividad, la responsabilidad y la independencia (Lipovetsky, 2002: 110).

A dicha diversificación del consumo se debe el hecho de que, en el departamento de zapatos del mall de “Miami”, Sofía, que ha fijado su atención en “unas sandalias italianas de tono cobrizo marca Ferragamo, unos zapatos de noche de Karl Lagerfeld, unos para caminar de Calvin Klein y unos mocasines, [opte finalmente por llevarse] el modelo de tenis Ralph Laurent color de rosa que le gustó” (Loaeza, 1992: 27). Tal diversidad permite también a Sofía pedirle a la vendedora del mostrador de Christian Dior que le muestre “los últimos colores de lipsticks, tanto nacarados como mate […], aunque se acababa de comprar toda la línea de belleza de La Prairie y parte de la de Chanel” (Loaeza, 1992: 27). Condicionado únicamente por la mediatización publicitaria, la tesitura a la que se enfrenta el consumidor a la hora de tener que elegir entre un número incontable de artículos constituye una manifestación del individualismo que caracteriza a la sociedad posmoderna que exacerba el consumismo:

Qué error haber pregonado precipitadamente el fin de la sociedad de consumo, cuando está claro que el proceso de personalización no cesa de ensanchar sus fronteras […]. Estamos destinados a consumir, aunque sea de manera distinta, cada vez más objetos e informaciones, deportes y viajes, formación, relaciones, música, cuidados médicos. Eso es la sociedad posmoderna; no el más allá del consumo sino su apoteosis, su extensión hasta la esfera privada (Lipovetsky, 2002: 10).